El país enfrenta una situación atípica luego de un proceso electoral. La ciudadanía en respuesta a las acciones emprendidas por el Ministerio Público (MP) ha salido a manifestar y algunos puntos del país han sido bloqueados por varios días exigiendo respeto a la voluntad popular, así como a la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras, el jefe de la Feci, Rafael Curruchiche y el juez Freddy Orellana, quien con sus resoluciones ha permitido las acciones del MP.
Todo esto, mientras el binomio electo enfrenta un proceso de transición de mando.
El politólogo y excoordinador de la Comisión Presidencial de Diálogo, Miguel ángel Balcárcel, brindó una entrevista a Prensa Libre abordando las posibles soluciones y rutas a seguir para llegar a una solución sin que se vea afectado el sistema democrático del país.
¿Cuál es su reflexión respecto al proceso electoral y las acciones del Ministerio Público?
El sistema electoral lo podemos calificar cómo muy arcaico, es un sistema absolutamente Manuel por el cual opera en realidad el verdadero sujeto del proceso electoral que es el ciudadano y es ahí donde se integran los órganos electorales temporales como las juntas electorales, las misiones de observación y el voluntariado electoral.
Cuando nos fijamos en lo que se ha metido la intervención judicial ha llegado a esa jornada electoral, pero no atendiendo acarreos, pago por sufragio y situaciones similares.
El desborde para judicializar nuestra jornada electoral tiene que ver con eso, y es verdaderamente lo que causa un rechazo ciudadano, porque el ciudadano que sufragó está consciente que ahí no es posible alterar los resultados.
El Trep es para informar, es una herramienta auxiliar, pero no tiene ninguna validez. Para los interesados es fácil no hacer esa desvinculación. Se puede investigar y analizar (la compra del sistema), pero no tiene nada que ver con el resultado electoral.
¿Cuál es la posible ruta a tomar en el ámbito legal?
La pregunta es si tenemos la institucionalidad para darle soporte a un verdadero estado de derecho, no solo la cuestión electoral sino en términos globales para salvaguardar los derechos ciudadanos.
Necesitamos realmente un sistema que garantice plenamente el ejercicio de los derechos en sus distintas categorías, los derecho políticos, civiles, sociales y ambientales. Eso caracteriza lo que es una república y verdadero estado de derecho.
En esa dimensión, en términos de encontrar una salida la mayoría de juristas apuntan que este es el momento de la Corte de Constitucionalidad (CC) y deben de resolver la cuestión de competencia desde lo jurídico legal.
¿Y en el ámbito político?
De qué manera le encontramos la salida a lo político sino hay interlocutores políticos, ¿qué le queda al ciudadano? El ejercicio de la presión, el ejercicio de tratar de resguardar sus derechos políticos por la vía de la presión social, que ya sabemos porque es cultural que es la protesta.
Aquí yo si encuentro un factor muy importante que está dando una vuelta a la página, un actor político de naturaleza social que está emergiendo y que no va a retroceder.
Estamos observando la emergencia de los pueblos indígenas con sus autoridades ancestrales como un actor político frente a la sociedad guatemalteca. Han asumido la conducción de este proceso.
Desde lo social las demandas ahora se hacen complejas porque están situadas en el plano de la protesta, en el plano de un cruce de derecho entre el legítimo derecho a la resistencia, pero que a su vez conculca el libre derecho a la movilización y a cumplir con las actividades económico productivas de la misma ciudadanía.
Si se le puede encontrar solución, pero se necesita una mentalidad flexible, una mentalidad abierta para producir un verdadero encuentro de diálogo y es para apuntar a la resolución pacífica del conflicto que estamos viviendo.
Desgraciadamente, aquí están confrontados intereses de factores de poder fuertes que no aparecen en la escena política.
El eje de la solución es el respeto a la voluntad popular que fue expresada en las jornadas electorales.
Hay solicitud muy cara y explicita para decir MP no se meta más, respete nuestra decisión porque el pueblo es el soberano.
Pero un diálogo no sería posible si el MP mantiene esa misma línea ante las peticiones, ¿qué pasaría entonces?
Ayer se realizó una reunión con la Procuraduría de los Derechos Humanos, MP y los 48 cantones si ya se están abriendo ahí eso puede abrir otras compuertas.
Esa es una actitud de apertura que es lo que corresponde.
¿Qué rol deberían de tomar los demás partidos políticos y los candidatos que fuero electos?
Los alcaldes electos están respaldados por su población, pero no hemos escuchao sus voces.
Debería de salir públicamente a defender los resultados, no como personas sino también en términos de sus organizaciones políticas.
Sin embargo, hay una profunda debilidad en nuestro sistema político partidario, pero ahí deberían de estar poniendo el grito en el cielo, apoyando el desarrollo de la etapa de la jornada electoral y diciendo esta es la legitimidad, esta es la voluntad.
Lo que observamos a lo largo de nuestro retorno a la constitucionalidad y democracia es una decadente, cada vez más, representación por la vía de las organizaciones políticas.
Los partidos políticos son puramente instrumentos electorales, unos cuanto han salido, pero hemos visto esa dirigencia política, plantearse como lo que debe de ser una agrupación para ser la intermediación social. Hay ausencia social de los liderazgos y de las instituciones jurídico políticas y de derecho público.
Se ha agotado de lo que fue institucionalmente la naturaleza y el carácter de las organizaciones políticas partidarias.
En Guatemala hay factores de poder muy importantes y lo que si puedo observar es que esos factores que tienen capacidad de tomar decisiones capacidad de incidencia se han ido retirando del primer plano, tienen mayor apertura, reconocen que no se va a resolver, es absolutamente peligroso, afecta nuestro desarrollo politos, intereses económicos.
Dejemos que se consolide la voluntad de soberano. El grupo dura (que emprende las acciones) es cada vez más pequeño.
¿De qué manera se podría ver afectado el proceso de transmisión de mando?
Realmente, como no está claro porque lo manejan bajo reserva, realmente cuál es la estrategia no está clara.
Lo que si está claro para la sociedad es que nada de lo que están haciendo debe de ser un obstáculo para la transmisión de mando y la asunción de un nuevo gobierno.
La sociedad, en términos generales, están claras que esa es la ruta y que a eso tenemos que llegar cueste lo que cueste y pase lo que pase, esa es la ruta trazada y la voluntad del soberano, llegar a un cambio de gestión. Cómo va a ser es otro punto.
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